En la primera semana de diciembre de 1889, hace 130 años, cuando en Bogotá no existía ninguna línea de emergencia como la 123 ni nada parecido al Whatsaap, ni siquiera teléfonos en los hogares, la ciudad fue sacudida por un grave incendio en plena zona comercial de la calle 13 con carrera 7, un sector simbólico que desde siempre ha sido un ‘hervidero’ de transeúntes, empleados y comerciantes.
Esa conflagración, que duró varios días en ser controlada, marcó un hito para la ciudad pues ante la falta de un grupo especializado para atender este tipo de eventos, el 17 de diciembre de ese mismo año se conformó el primer Cuerpo de Bomberos del que se tenga noticia. Fue una iniciativa de carácter voluntario que estuvo a cargo del general Rafael Reyes y se constituyó como una sección de la Policía Nacional. A esta labor se vincularon 46 jóvenes, entre ellos el célebre poeta José Asunción Silva.
Solo sería hasta el 14 de mayo 1895, hace exactamente 125 años, cuando tuvo vida jurídica el Cuerpo de Bomberos, tras promulgarse el Decreto por medio del cual se reglamentó, organizó y recibió presupuesto. La tarea fue realizada por el general Marcelino Gilibert dentro de la reorganización que gestionó en la Policía, y que fue aceptada por el presidente Miguel Antonio Caro.
El primer cuartel se ubicó en la calle 10 # 18-75, bajo el mando de Alejandro Lince. Un carro cisterna de tracción animal, cubos y pecheras de cuero constituyeron la primera ´maquinaria’ para apagar incendios en la ciudad.
Desde entonces, el Cuerpo de Bomberos de Bogotá ha pasado por una diversidad de cambios y procesos y sus integrantes han tenido que enfrentar las más grandes emergencias y tragedias que han golpeado a la capital y al país en más de un siglo, lo que les ha valido el reconocimiento local, nacional e internacional.
En el año de 1916 la entidad sufrió su primera crisis, porque se ordenó su supresión en algunos períodos, como consecuencia de los pocos incendios que se presentaban.
Sin embargo, en septiembre de 1918, dos símbolos claves de la cultura, el Teatro Colón y el Teatro Municipal, fueron víctimas de las inclementes llamas, lo que determinó la importancia de fortalecer la institución para atender esas emergencias.
En 1931 se adquirieron las primeras cinco máquinas bomba de bomberos, marca Mack, y un automóvil de comando Hopsmobile.
El ‘bogotazo’ del 9 de abril de 1948 representó uno de los mayores desafíos para los bomberos. Por primera vez, los dos turnos trabajaron conjuntamente para controlar el intenso fuego que se extendió por el centro de la ciudad. Además, el vandalismo acabó con las máquinas extintoras de la época.
Para noviembre de 1949, el alcalde Fernando Mazuera Villegas y la Oficina del Plan Regulador de Urbanismo organizaron la reconstrucción de Bogotá, tras la destrucción del 9 de abril y con ello la reorganización de las instituciones. Bajo esa administración se expidió el Decreto 525, en el que el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá pasó a ser parte de la Secretaría de Gobierno. En este tiempo se contrató la adquisición de nuevas máquinas y la construcción de tres estaciones: Central, Norte y Sur.
El año 1951 estuvo marcado por importantes tragedias: el 13 de agosto la explosión de la fábrica de municiones del Ministerio de Defensa; el 18 de agosto el incendio de los Almacenes Ley; el 7 de diciembre las llamas se tomaron el Bazar de Veracruz y el 20 de diciembre igual suerte le ocurrió el Colegio San Fason.
Ya en la década de los 60 se fundó el Grupo de Rescate y Salvamento Acuático, el primer equipo especializado. Cinco años más tarde se estrenó el Curso de Bomberitos.
El 23 de julio de 1973 se presentó un incendio en el nivel 14 del edificio Avianca, en ese entonces el más alto del país con 42 pisos, lo que representó la primera atención de una emergencia en alturas. Allí se salvaron 350 vidas.
La participación de la mujer se inició en junio de 1975 con el primer grupo de bomberas conformado por 20 jóvenes. En 1976 se amplió el número de estaciones: Puente Aranda, Ferias, Kennedy y Fontibón. También se inició la construcción del Comando de Bomberos.
En la década de los 80 se conformó el Grupo Especializado de Rescate. También se produjo la más grande conflagración en la historia de la ciudad, con llamas que llegaron hasta los 100 metros de altura. Una chispa incendió, el 13 de diciembre de 1982, los vapores de combustible del mayor de los tanques de acopio de gasolina en el sector de Puente Aranda.
Tres años después vino la toma del Palacio de Justicia, en la que los integrantes de la institución hicieron presencia para controlar las llamas y socorrer a las víctimas. La semana posterior participaron activamente en los rescates de la tragedia de Armero, ocasionada por la explosión del volcán Nevado del Ruíz.
Cuando la década de los 80 agonizaba se presentó el ataque contra el Edificio del DAS. Allí, igualmente, estuvieron presentes en la atención de este hecho.
Uno de los hechos más graves en la historia de la ciudad se presentó el 7 de febrero de 2003. Ese día, el exclusivo club El Nogal fue blanco de un atentado terrorista. Cerca de 150 bomberos asistieron a la emergencia. En ese mismo año se creó el Grupo de Investigación de Incendios.
El 28 de abril de 2004, los esfuerzos se concentraron en el accidente de la ruta de escolar del Colegio Agustiniano Norte. En coordinación con la Cruz Roja y la Defensa Civil se participó en el rescate de los cuerpos de 19 niños y tres adultos que perdieron la vida, en una de las tragedias más dolorosas que ha atendido la institución.
Para 2005 se inauguró la estación del Centro Histórico y se firmó el Acuerdo 257, por medio del cual se estableció el Cuerpo de Bomberos de Bogotá como una Unidad Administrativa Especial, que hace parte del sector administrativo de Seguridad, Convivencia y Justicia.
Un año después se estructuraron los grupos especializados: Grupo de Materiales peligrosos (MATPEL), Grupo de Búsqueda y Rescate urbano (USAR), Grupo de Incendios Forestales, Grupo Canino y Grupo de Intervención Rápida. Posteriormente, en abril de 2008, se creó el Grupo Técnico de Rescate. Una de las modalidades de rescate que incorporó el grupo y que no había existido en la historia de la entidad fue EIR (Equipo de Intervención Rápida).
En enero de 2010, por primera vez un grupo de operativo del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá viajó a otro país para apoyar en el rescate de personas. Estuvo en Haití tras un terremoto. Allí el equipo USAR logró salvar una bebé de 22 días de nacida.
También colaboró en actividades similares en el terremoto de Ecuador, donde logró sacar con vida a un hombre de 65 años de entre los escombros, y en Ciudad de México.
En 2017 se expidieron resoluciones sobre la creación del Grupo de Búsqueda y Rescate de Animales en Emergencia (BRAE), del Equipo Técnico de Rescate, del Grupo Especializado en Búsqueda y Rescate Urbano - (USAR), del Equipo de Búsqueda, Salvamento y Rescate Acuático y Subacuático (UARBO), del Grupo Especializado en Materiales Peligrosos (MATPEL) y del Grupo Especializado para la Gestión Integral de Riesgo Contra Incendios Forestales.
Entre marzo y abril del presente año, han venido apoyando a la Administración Distrital en la contención de la pandemia Covid 19, mediante campañas y perifoneo. Invitan a la ciudadanía a quedarse en casa. También apoyan la entrega de mercados y kits de aseo entre familias vulnerables de las diferentes localidades de la ciudad.
Actualmente, la Unidad Administrativa Especial Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá tiene un total de 638 bomberos: 604 hombres y 34 mujeres. Dos de los 14 tenientes con que cuenta la institución son mujeres, una de ellas con un tiempo de servicio de 45 años. Además, cuenta con 5 compañías y 17 estaciones de servicio distribuidas en las 20 localidades de la ciudad.
